El
26 de mayo de 1969, cinco países sudamericanos (Bolivia, Colombia, Chile,
Ecuador y Perú) firmaron el Acuerdo de Cartagena, con el propósito de mejorar,
juntos, el nivel de vida de sus habitantes mediante la integración y la
cooperación económica y social.
De
esa manera, se puso en marcha el proceso andino de integración conocido, en ese
entonces como Pacto Andino, Grupo Andino o Acuerdo de Cartagena. El 13 de
febrero de 1973, Venezuela se adhirió al Acuerdo. El 30 de octubre de 1976,
Chile se retiró de él.
La
historia del Grupo Andino, que hoy conocemos con el nombre de Comunidad Andina,
se ha caracterizado por avances y retrocesos como ocurre con cualquier otro
grupo de integración.
Del
modelo de “sustitución de importaciones” predominante en los setenta, que
protegía la industria nacional con altos aranceles, se pasó al modelo abierto a
finales de los ochenta. En la reunión de Galápagos (1989), los mandatarios
andinos aprobaron el Diseño Estratégico y el Plan de Trabajo donde se plasma el
nuevo modelo.
De
acuerdo a él, los países andinos eliminaron entre si los aranceles y formaron
una zona de libre comercio en 1993, donde las mercaderías circulaban
libremente. Esto permitió que el comercio intracomunitario creciera
vertiginosamente y que también se generaran miles de empleos. Se liberalizó
también los servicios, especialmente de transporte en sus diferentes
modalidades.
Los
presidentes decidieron, en 1997, introducir reformas en el Acuerdo de Cartagena
para adaptarlo a los cambios en el escenario internacional. Esas reformas
permitieron que la conducción del proceso pase a manos de los Presidentes y que
tanto el Consejo Presidencial Andino como el Consejo Andino de Ministros de
Relaciones Exteriores formen parte de la estructura institucional. Se creó la
Comunidad Andina en reemplazo del Pacto Andino.
En vista
de que los niveles de pobreza se mantenían intocados, pese al crecimiento
económico y comercial, se estableció por mandato presidencial (Quirama, 2003)
el Plan Integrado de Desarrollo Social y poco a poco se fueron recuperando para
la integración los temas de desarrollo que estuvieron presentes en los inicios
del proceso. En el 2007, en la Cumbre de Tarija, los Presidentes de los Países
de la Comunidad Andina acordaron impulsar una Integración Integral que propugna
un acercamiento más equilibrado entre los aspectos sociales, culturales, económicos,
políticos, ambientales y comerciales.
Actualmente,
las acciones de los países de la Comunidad Andina se guían por los Principios
Orientadores y la Agenda Estratégica aprobados en 2010, así como su Plan de
Implementación. En julio de 2011, en la Cumbre de Lima, los Presidentes de
Bolivia, Colombia, Ecuador y Perú acordaron fortalecer y dar un renovado
dinamismo al proceso andino de integración, para lo cual dispusieron emprender
un proceso de revisión de la estructura institucional y funcionamiento del
Sistema Andino de Integración (SAI). En noviembre de ese mismo año, en la
Cumbre de Bogotá, ratificaron dicho acuerdo.